(O) OPINIÓN “Charlatanes” Por: Alberto Salvador

(O) OPINIÓN  “Charlatanes”  Por: Alberto Salvador

La atención al proceso eleccionario se va disipando rápidamente. Nos queda el mensaje de apatía reflejado por el alto número de votos blancos y nulos, que en algunos casos superan a los positivos. Satisface observar que los votantes han escogido sus candidatos por la persona, desechando el manipulado “voto en plancha”, demostrando madurez y responsabilidad. Gracias a esa actitud, se ha decretado el fin de las carreras políticas de algunos santuchos que aparecieron oliendo a saumerio, repartiendo mensajes de honestidad y capacidad para encargarse de los fondos públicos, repartiendo baratijas financiadas obscuramente, ocultando magistralmente sus fechorías pasadas y futuras.

Ahora urge volver la mirada a los temas “importantes” que siempre son relegados por la desesperación de los ciudadanos en resolver lo “urgente”. En nuestra Patria chica, un problema crítico que merece la atención de todos, empezando por las autoridades, es la amenaza de erupción del volcán Cotopaxi. Este tema ha sido relegado desde 2015 en que tuvimos un aviso de actividad interna que podía desembocar en expulsión de lava, que podría formar 54 millones de metros cúbicos de lahares primarios, según la simulación bidimensional en el flanco sur, efectuada por la Escuela Politécnica Nacional en 2015.

En esa época estuvo en vigencia el Manual de Gestión de Riesgos, que incluía Comité de Gestión de Riesgos y Comité de Operaciones de Emergencia. En el Gobierno anterior, se eliminó lo relacionado con la gestión de riesgos y se modificó lo relacionado con el COE. Sin embargo, no se da cumplimiento ni siquiera a este segmento. Deberían estar activados los niveles nacional, provincial y cantonal. La realidad es que apenas opera alguna mesa de forma aislada e incompleta y en ninguna interviene la población civil a través de sus organizaciones comunitarias. El resultado es muy pobre. Es urgente que demandemos a las autoridades competentes esta activación, empezando por exigir la presencia del Gobierno Nacional para afrontar los riesgos que amenazan al valle de Latacunga.

La estrategia para enfrentar la amenaza, debe empezar por construir una “agenda de reducción de riesgos” empezando por los servicios básicos. Es urgente implementar acciones para proteger las redes de transmisión eléctrica, reubicando las subestaciones que se encuentran en peligro de ser destruidas; reubicar el poliducto que transporta combustibles; disponer de una vía alterna a la Panamericana para asegurar la conectividad hacia norte y sur; implementar un fuente de agua para riego que no sea vulnerable a una posible erupción (proyecto multipropósito Chalupas); reubicación de las estaciones repetidoras de telefonía; construcción de al menos un puente sobre el rió Cutuchi que sea resistente a los lahares; protección de las líneas de agua potable y alcantarillado; entre otros.

Lamentablemente, los discursos fogosos de las autoridades en funciones y del pelotón de candidatos que, afortunadamente se han silenciado por cuatro años, están muy distantes de esta realidad. Las promesas de enfrentar los riesgo inherentes, son charlatanerías que nacen del desconocimiento (ignorancia), abusando de la ausencia de reglas de transparencia claras y de autoridad que ponga límite a la demagogia que impera en los años electorales.

Estamos a tiempo de corregir el rumbo, mientras el coloso nos permita tomarnos el tiempo para dejar de hablar y empezar a actuar. Sería saludable silenciar a los políticos y dar paso a los técnicos, que dedican su tiempo a estudiar científicamente los procesos volcánicos, especialmente del Cotopaxi, pero que no tienen oídos por parte de quienes tienen la competencia y obligación de actuar. A estos esfuerzos debe sumarse la representación social organizada, para constituir los Comités con las mesas técnicas establecidas, con el objetivo de “institucionalizar” la gestión de riesgos.

¡AÚN ESTAMOS A TIEMPO!

(O) OPINIÓN 

“Charlatanes” 

Por: Alberto Salvador

Redacción Central